Manuel Ibarra, el popular Caté de la "U", es de esos tipos que nunca pierden la capacidad de reír.
Incluso en la adversidad, el pequeño y calvo lateral azul sabe disfrazar el sufrimiento con una carcajada que deja a la vista
su blanca dentadura.
El domingo, sin ir más lejos, en el partido contra Palestino, Ibarra sufrió una fractura de peroné
en la pierna derecha, que lo tendrá al menos seis semanas sin jugar y que tal vez lo obligue a pasar por el quirófano. Así
y todo, Caté no se deja intimidar. "Para qué me voy a poner a pensar en que estaré más de un mes fuera de las canchas. Prefiero
pensar en positivo y creer que me voy recuperar lo antes posible. Y que volveré mejor que nunca", comenta el futbolista, acompañando
su reflexión, era que no, con una sonrisa.
-¿Recuerdas cómo fue la jugada? Parecía inofensiva.
-Pero si ni siquiera me cometieron falta. Choqué con un jugador de Palestino, que a su vez había
sido empujado por Sergio (Gioino). Fue una jugada casual y en ese momento no me di cuenta de la gravedad.
-Por eso quisiste seguir jugando.
-Cuando ocurrió el choque, sentí como me crujió la pierna, pero no sé si fue producto de la adrenalina
o qué, pero logré pararme y pedí volver a la cancha. De hecho troté suavemente y creí que estaba en condiciones de seguir.
Pero cuando pisé fuerte, sentí un hueso que me clavaba y me provocaba un dolor insufrible. Ahí me empecé a asustar.
Caté cuenta que en la noche vio las imágenes de televisión y casi se fue de espalda: "Me pasó algo
súper extraño porque vi cosas que no me acordaba que había hecho en la cancha. Golpeaba el suelo de dolor y no tengo el recuerdo
de que me haya dolido tanto en el minuto de la jugada. Como que se me borró la película, aunque nunca perdí el conocimiento
ni mucho menos. Fue algo raro, no sé cómo definirlo, pero me sorprendí mucho cuando repasé el video. Yo no soy de quejarme
mucho y por lo que vi en la tele, sí lo hice".
Hoy, Manuel Ibarra está en su casa, en reposo absoluto, y admite que el dolor se ha ido agudizando.
"Aunque estoy inmovilizado, a veces me vienen unas molestias súper fuertes. Y eso que ni siquiera he apoyado la pierna", sostiene
el zaguero.
-Es raro que los médicos no hayan decidido operarte, considerando la gravedad de la lesión.
-Cuando los doctores vieron la radiografía, determinaron esperar hasta que la zona afectada esté
soldada, pero creo que la operación no está descartada. Ojalá que el diagnóstico haya sido el correcto y no sea necesario.
Lo único que quiero es volver a jugar lo antes posible.
www.lun.cl 17 de Marzo del 2004